Sin vergüenza alguna, Makito se ha encargado de que su madre, Maki Ortiz, siga disfrutando del erario municipal de Reynosa designándole una camioneta de lujo para su uso personal. Maki Ortiz viaja en una camioneta Toyota Sequoia Platino modelo 2019, la cual fue comprada por el gobierno de Reynosa en un millón 63 mil 600 pesos. Con esta acción, Makito está cometiendo el delito de desvío de recursos públicos, que en Tamaulipas se castiga de 2 a 14 años en prisión. ¡Ya basta de estos actos corruptos! Reynosa no debe ser gobernada para el beneficio de una sola familia. Makito no debe ser reelegido.
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